“Amores de Cantina”: cuando la dirección potencia un texto
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- Categoría: Críticas de Teatro
- Escrito por Marietta Santi

Escrito en décimas y cuartetas, “Amores de Cantina” recoge el sentir y el lenguaje popular a través de seres fantasmales que se reúnen en un bar que bien podría ser una especie de limbo. El mal de amores tiene atrapados al dueño (Luis Dubó) y su ex-mujer (Claudia Cabezas) en una relación oscura, que sólo podrá romperse con la llegada de un asesino a sueldo.
La directora instala el texto en un espacio alegórico, donde los ocho actores y los tres músicos están sentados frente al público como si fuera un recital o una cantata poética. En su asiento los intérpretes asumen su identidad-personaje, subrayándola con acciones y gestos. Hay una investigación en el teatro musical, la poesía y los límites de lo teatral. ¿Hasta dónde puede entrar el público en un espacio de ficción que no re-presenta una situación sino que la sugiere?

Mariana Muñoz conjuga textos hablados con textos cantados, transformando el
escenario en una fiesta y permitiendo que un texto poco profundo dramatúrgicamente, alcance vuelo. Tangos, rancheras, cueca y hasta rock, hacen que los versos de desamor y nostalgia toquen directo al espectador, sacándole brillo a los sentidos versos del autor,
Cada integrante del elenco ve potenciadas sus dotes. Hay rockabilly con Iván Ávarez de Araya, baladas con Ema Pinto, canto desgarrado y popular con María Izquierdo. Y los que no son cantantes, como Claudio Riveros y Claudia Cabezas, son capaces de entregar temas afinados y con sentimiento. En el elenco además están Ivo Herrera y Francisco Ossa, y los músicos Felipe Alarcón, Daniel Pezoa y Bernardo Mosqueira.
Imprescindible el aporte en la dirección musical de Joselo Osses, que construye un espacio sonoro que invita al público entusiasmado y con ganas de bailar.

Jueves a sábado a las 21 horas, domingo a
las 20 horas. $5.000 (general), $3.000 (estudiantes y tercera edad),
Centro Cultural Gabriela Mistral.